De vuelta

 La verdad es que el título de esta entrada es un poco... "pretencioso". Realmente no puedo decir que vuelva al blog. No como antes. La verdad es que nunca había abandonado durante tantísimo tiempo el blog, casi 3 años sin ninguna publicación. Han pasado muchísimas cosas, algunas buenas y otras malas.

Puede que ahora en cierto modo "necesite" recuperar el blog para despejarme, pero desde luego no le daré el uso que le daba antes. Hasta la entrada anterior, prácticamente solo hablaba sobre mi hobby de las BJDs, es decir, de las muñecas de resina con articulaciones de bola. No es que no siga teniéndolas, las tengo, pero ya no estoy activa en la comunidad ni hago fotos. Llegó un punto en el que por varias razones me sobre saturé y quise tomarme un descanso. Y bueno, aun sigo de "descanso". Las muñecas las tengo en la vitrina, me gusta tenerlas y verlas expuestas de vez en cuando. No se cuándo retomaré las ganas por hacerles fotos, pero no voy a deshacerme de ellas. Claro que tampoco voy a comprar accesorios o nada de eso. Antes me emocionaba un evento de muñecas y creo que hace poco hubo un Dolly Day y no fui. 

Este año está siendo un poco... bueno una puta mierda, hablando en plata. Tanto en mi familia como en la familia de mi marido ha habido problemas de salud que, aunque no lo parezca, me han tenido preocupada, pero la gota que ha colmado el vaso ha sido la muerte de mi gato, Sinclair. Llevaba 12 años con nosotros y era mi ojito derecho. Empezó a tener problemas para defecar y le llevamos al veterinario, pero en principio no le vieron nada después de radiografías y ecografía. Le dieron un laxante que solucionó el problema de entrada, pero con el tiempo volvió a tener problemas y acabamos por llevarle a un hospital veterinario para que le ingresaran y le miraran más detenidamente (allí tienen recursos que el veterinario de consulta no tiene, además se podía quedar ingresado). Finalmente encontraron el culpable, una bola que le estaba haciendo presión en el final del intestino. Por desgracia había metástasis que había pasado al hueso. Había dos opciones: hacerle una operación que requería partirle la pelvis y que iba a resultar muy doloroso para el gato (además que no iba a ser una solución a largo plazo porque ya había metástasis y tarde o temprano le podría volver a pasar) o ponerlo a dormir. Ha sido la peor decisión de mi vida, pero en vista de las pocas salidas que había preferimos llevárnoslo a casa, estar unos pocos días con él dándole cariño (para que olvidara la mala experiencia de estar ingresado en el hospital y poder disfrutar un poquitín más de su compañía) y luego llevarlo a dormir. Fue horrible y le echo de menos cada día. Era el que me sacaba una sonrisa cuando estaba triste, el que me calmaba cuando me daba ansiedad. No hay día que no me pregunte si no podría haber hecho otra cosa, pero se que si le hubiésemos operado el pobre estaría sufriendo y yo me sentiría culpable por haberle hecho pasar por eso solo por capricho personal. 

Todavía tengo a Atari en casa, que a veces no se si busca a Sinclair o si ya no se acuerda de él. En fin, Atari siempre ha sido especialito.

La verdad es que con todo esto a la espalda, como es lógico, ganas de ponerme con las muñecas, ningunas. He intentado distraerme con otras actividades para pensar el mínimo posible en el tema, pero básicamente ha sido videojuegos, ver alguna película o serie y algo de crochet. Tampoco he puesto nada de esto en ningún lado (redes sociales) porque no me sentía con ánimos ni ganas de montar el drama. Se que la gente es muy dada de poner posts de facebook o stories en instagram tipo: "ay mi gato está malo mañana lo llevo al veterinario" y luego "pues el veterinario me ha dicho esto". Pero yo la verdad es que de lo último que tenía ganas era de ponerme a relatar todo eso, sobre todo teniendo en cuenta que no eran buenas noticias.

Y poco más... Me gustaría dejar esto por aquí... Lo tenía puesto como pie de página en el blog, junto al de Atari, pero ya no tiene sentido que siga ahí... Quedará aquí, por siempre, contando los días, meses y años, aunque Sinclair ya no esté, porque siempre tendrá un rinconcito en mi corazón...