26 de abril de 2020

Empieza el viaje [Atrapada - Taika]

*Historia de Taika*
/Continuación de Margareta/

Taika tenía muy claro cuál debía ser su primer destino. Durante sus pesquisas había comprobado que las iglesias se contruían sobre lugares en los que había resquicios de magia. A veces se había acercado a alguno de estos templos y simplemente sentía como fluía la magia, aunque no podía hacer uso de ella. Otras veces había conseguido realizar ejercicios sencillos, aquellos que le había enseñado su maestro cuando era pequeña. Tenía claro que debía seguir buscando esa clase de templos por todo el país, incluso por todo el planeta si hacía falta.
Viajó hacia el sur, con unas pocas paradas por el camino, hasta que encontró un lugar prometedor en el que establecerse. Taika pensó que lo ideal era encontrar un nuevo empleo y en su tiempo libre ir comprobando todos los puntos interesantes por los que la magia podría estar presente para intentar volver cuanto antes a su hogar.
- "Con suerte mañana estoy de vuelta"- se dijo a si misma al pasar por delante de una gran iglesia con arcos de estilo gótico que le llamó la atención.
Pero Taika no podría estar más equivocada. Había viajado muy lejos y no podía entender la lengua que hablaba la gente de aquél lugar. Se asustó en un principio, porque no sabía si iban a apresarla por ser de un país distinto, pero la gente parecía bastante amable, a pesar de que no les entendía. Finalmente Taika entró en un pequeño bar, sedienta y desorientada. Quería hacerle entender a la camarera que solo quería un poco de agua, pero la chica no podía entender lo que le decía. No obstante, el idioma que Taika hablaba no le resultaba desconocido. La camarera le hizo señas para que esperara en la barra y se fue a la cocina dando voces. Medio minuto más tarde salió de la cocina un hombretón de dos metros de alto, con una gran barba pero casi sin pelo en la cabeza, de aspecto joven y sano, que recorrió la barra con la mirada y finalmente clavó sus ojos en Taika y esbozó una gran sonrisa.
- ¡Ah! Tu debes ser la chica extranjera - dijo con una profunda voz. Taika se quedó callada, no tenía muy claro a qué se refería el hombre exactamente con "extranjera".
- Mis padres son de Estonia aunque prácticamente me crié aquí. ¡Por eso hablo tu idioma!
Taika sabía que el mundo en el que se encontraba estaba compuesto por innumerables países y muchos de ellos tenían idiomas propios, pero le sorprendía haber cambiado de país sin haberse dado cuenta. Sin embargo disimuló:
- Estoy haciendo un gran viaje, solo estoy de paso. - le dijo al hombretón para evitar un interrogatorio. Sin embargo no hizo más que despertar su curiosidad:
- ¿En serio? ¿Qué clase de viaje estás haciendo? - Taika no quería dar detalles, de hecho no podía dar detalles porque iba a sonar absurdo. No obstante, sabía que si seguía sonando misteriora la conversación no acabaría jamás.
- Bueno... quiero hacer turismo y ver muchos templos.
- ¡Vaya! Es un viaje sorprendente para una chica de tu edad. Por cierto, me llamo Hans, ¿tu como te llamas?- El hombretón estaba realmente sorprendido y era muy amable y simpático. Acabaron tomando unas cervezas y hablando durante una hora sobre viajar, la importancia de disfrutar de la vida y ser independientes. A Taika le parecía un personaje divertido y toda la conversación le parecía un tanto cómica, sobre todo teniendo en cuenta que ella tenía toda una vida completamente diferente en la que sus prioridades cambiaban por completo. No obstante se lo pasó muy bien y se alegró de haber conocido a Hans.
Finalmente, Hans le contó que él era camionero y que si a ella le apetecía, podía cruzarla por el país con el camión sin problemas. A ella le pareció buena idea, aunque le preocupaba que en la siguiente parada no pudiera encontrar a nadie que hablara su idioma y sentirse, de nuevo, desubicada.
- Lo mejor es que uses una app de traductor. Pero si vas a hacer un viaje por toda Europa, es mejor que uses el inglés. - Le recomendó Hans.
- ¿Inglés? - Taika no sabía a qué se refería con esa palabra. Intentó disimular su sorpresa, como solía hacer cada vez que le hablaban de algo nuevo.
- ¿No sabes hablar inglés y te embarcas en un viaje por todo el continente? ¡Desde luego eres valiente, chica! - la carcajada de Hans era profunda y sonora. Taika se sintió algo avergonzada.
- No te preocupes, a muchos nos cuesta hablar inglés. Toma - Hans cogió una servilleta del bar y sacó un bolígrafo de uno de los bolsillos de su camisa de cuadros, acto seguido se puso a garabatear algo en la servilleta y se lo dio a Taika - aquí tienes. Esos canales de Youtube me ayudaron mucho cuando estaba aprendiendo inglés. Ahora puedo moverme con mi camión por todas partes sin problemas. Siempre que la otra persona sepa algo de inglés, claro. - Hans volvió a soltar su carcajada y ésta vez Taika se unió a él, aunque eso de las tecnologías de este mundo no lo llevaba demasiado bien y, aunque estaba familiarizada con eso de Youtube, que alguien le hablara a través de la tabla que no era de madera ni mágica, no acababa de hacerle especial gracia.

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