Empezando de nuevo [Yoko y Kannen]

*Historia de Yoko y Kannen*

/ continuación de Reencuentro /

Yoko llevaba un día horrible. Se le había olvidado poner a cargar el móvil por la noche, de modo que en algún punto de la madrugada se quedó sin batería y no le sonó la alarma. Llegó tarde al trabajo y su jefa, como castigo, le hizo quedarse durante la hora de comer a hacer inventario. Tenía un hambre feroz cuando acabó el turno y estaba deseando llegar a casa, pero ni en un millón de años habría esperado encontrarse con Kannen en su portal.

Había pasado ya un tiempo desde que recibió aquella llamada que no había podido quitarse de la cabeza. Estaba hecha un verdadero lío. Su orgullo la obligaba a permanecer fuerte ante su decisión de olvidar a Kannen para siempre, pero su corazón... Seguía sintiendo algo por él, eso estaba claro. Cada vez que cerraba los ojos le veía a él. Recordaba su olor, sus caricias, sus besos. Soñaba con volver a estar a su lado, con que él la abrazara y volver a sentirse "en casa".
Desde que había llegado a Barcelona, otros chicos la habían rondado. Ella se había planteado liarse con alguno para poder pasar página, pero era incapaz. Seguía siendo fiel a Kannen incluso obligándose a imaginar diferentes escenarios en los que él ya estaba con otra. Desde luego aquel incidente y lo que sucedió después no fueron una ayuda para poder dejar el pasado atrás.
Después de la llamada, Erika la vio tan destrozada que la hizo hablar del tema y también la animó a hablar con Mark, para ver si podía sonsacarle algo de información. Yoko hizo caso a su amiga y tuvo una larga charla con su colega. Éste le explicó lo mal que lo estaba pasando Kannen, pero Yoko no quería creerlo, no podía. Había trabajado muy duro para ahorrar durante ese tiempo para pagar la matrícula en una escuela de maquillaje profesional de prestigio y le faltaban pocos meses para empezar las clases. ¿A qué venía todo ese show? ¿Acaso Kannen pretendía que Yoko volviese a Londres? No, el que había sido su novio prefirió su carrera antes que a ella y en ese momento debía ella ponerse por delante.

Pero ahora Kannen estaba frente a ella, con lágrimas en los ojos. A la chica le sorprendió lo demacrado que estaba. Había adelgazado, tenía el pelo descuidado y unas ojeras oscuras que le hacían los ojos hundidos. Antes de que pudiera procesar lo que estaba ocurriendo, Kannen se abalanzó hacia ella y la abrazó. En ese instante, lo sintió todo a la vez. Todos aquellos sentimientos que se había negado durante todo este tiempo salieron a flote. Empezó a llorar desconsoladamente mientras le abrazaba con fuerza y se alegró de estar a su lado. De repente, ya no estaba enfadada. Todo el asunto de su separación le pareció una gran estupidez. ¿Por qué se había negado un futuro junto a la persona que más quería en el mundo? No veía por qué se había encabezonado en que las cosas debían hacerse como ella tenía planeado o no se harían. Quizá empezaba a madurar.

Tras un largo y apasionado beso y después de haberse secado las lágrimas el uno al otro tras unas risas nerviosas, los amantes se quedaron mirando a los ojos unos instantes sin saber qué decir.  Finalmente, Kannen sintió la necesidad de romper el silencio para explicarse. Aunque ya no sentía ese nudo del estómago que arrastraba desde antes de despegar, si continuaba sintiéndose en deuda con Yoko. 
- Lo siento, yo... yo cometí un error.
- No - le interrumpió Yoko con ternura - ambos lo cometimos.
Kannen se quedó desconcertado. En todos los escenarios que había imaginado antes de encontrarse por fin con Yoko, no se le ocurrió que ella pudiera asumir parte de la culpa. Imaginó perdón, imaginó ira y también resentimiento, pero nada de lo que estaba ocurriendo.
- Ahora lo veo claro. - dijo finalmente la chica - Estaba obcecada con cómo debían ser las cosas según mi perfecto plan y no te tuve en cuenta. No me he dado cuenta hasta ahora, hasta que te he visto...
- No, no. Yo debí irme contigo desde un principio, ahora lo se.
- Pero te pedí que vinieras sin tener en cuenta lo que eso podría significar para ti.
- Eso da igual, tu eres mi vida y no debí anteponer nada a ti.
Yoko se quedó callada. Eso era lo que había estado deseando oír desde que tuvieron aquella discusión que acabó con su relación. Hasta el último momento esperó que él fuera tras ella, pero no ocurrió. Por un segundo los sentimientos de decepción, enfado y tristeza la invadieron de nuevo.
- Cuando me pediste que me fuera contigo... No es que no quisiera, ¡claro que quería estar a tu lado! Pero me pusiste entre dos aguas. Sabía que si me iba contigo no podría dedicarme a la música y yo quería poder mantenerte, dártelo todo.
Yoko visualizó el puzle y las piezas encajaban. Le había exigido demasiado a Kannen y ahora lo tenía más claro que nunca.
- Lo siento... Solo necesitaba salir de allí. - Dijo la chica en voz baja.
- No debes disculparte, estoy aquí y no voy a marcharme nunca de tu lado.
Kannen abrazó a su chica aliviado de que, por fin, hubiesen podido hablar del tema.