[Scene40: Silencio]
Taika abrió los ojos. Le costaba respirar. Sentía un dolor punzante en el hombro derecho, así que intentó llevar su mano izquierda hacia él, pero no le quedaban fuerzas. ¿Qué era lo que ocurría? No conseguía recordar nada, el dolor empezaba a dominarla. Intentó calmarse y mirar a su izquierda. Estaba tumbada sobre un campo de flores silvestres. Había un bosque de árboles de un color verde oscuro no muy lejos de donde ella estaba. No había nadie a su lado. Se concentró con todas sus fuerzas y consiguió recordar:
Los trakvites habían aparecido de la nada y les tendieron una emboscada. Los arqueros derribaron a los soldados en un abrir y cerrar de ojos, pero a ella y a sus padres los querían vivos. Seguramente sabían quién era su padre pero no tenían ni idea de los poderes que tenía ella. Intentó realizar aquel conjuro que había aprendido solo unos días antes, cuando la guerra había estallado. Su intención era poner a sus padres a salvo, así como a si misma. Pero algo falló... ¡El hombro!
Taika giró levemente su cabeza hacia la derecha y contemplo una flecha que salía de su hombro. Hizo acopio de todas sus fuerzas y con su mano izquierda se la quitó. No pudo evitar gritar al aire del dolor. Las lágrimas empezaron a brotarle de los ojos. Solo el silencio estaba allí para consolarla.
/ siguiente capítulo: Scene40: Sangre /
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