13 de octubre de 2019

Scene 40: 4.- Cenicero

Vera se despertó con los rayos de sol que se filtraban a través de la ventana. Apenas recordaba nada de la noche anterior. La luz le cegaba los ojos. Hizo un esfuerzo titánico para poder girar la cabeza y poder abrir los ojos sin que le dolieran. Estaba en la habitación de Diana. ¿Cómo había llegado hasta allí? Ella habría jurado que se había acostado en su propia cama y no en la cama de su compañera de piso. Se levantó con muchísimo esfuerzo. La jaqueca de la resaca era soportable, pero por alguna razón le dolía todo el cuerpo, tenía agujetas. Mientras caminaba por el apartamento, los recuerdos iban saliendo a flote.
Todo empezó cuando Diana y Mike decidieron dar una fiesta en el piso y pusieron una invitación para todos sus contactos en facebook. Empezó a llegar la gente y la bebida. A partir de ahí sus recuerdos se van volviendo cada vez más borrosos. Recuerda escenas, pero no sabe el órden en el que ocurrieron.
Al entrar en el baño, Vera se dio cuenta de que no sabía qué había sido de sus pantalones. Llevaba puesta la misma camiseta que en la fiesta, pero sus pantalones habían desaparecido. Quizá no los había visto y estaban en la habitación de Diana, quizá estaban en su propia habitación, donde aun no había entrado. Mientras se limpiaba la cara, se percató de que todavía no había visto a sus compañeros de piso. Probablemente dormían. Le iba a tocar ir a despertarles para hacer una buena limpieza del apartamento entre los tres. Contempló su rostro, ya sin restos de maquillaje de la noche anterior, aunque con los ojos rojos de no haber descansado correctamente y se dio cuenta de que estaba demasiado cansada para continuar con su rutina de belleza diaria.

Al pasar delande de la cocina, echó un vistazo dentro por si veía a alguno de sus compañeros, pero ésta estaba vacía. Continuó por el pasillo y se paró delante de la puerta de su habitación. Estaba a punto de abrir la puerta para entrar cuando se dio cuenta de que estaba nerviosa por lo que pudiera encontrar dentro. Al fin y al cabo, si ella había dormido en el cuarto de Diana, ¿quién estaba en su habitación?. Tenía la sospecha de que últimamente Diana y Mike habían estado durmiendo juntos, aunque no era nada oficial. Quizá solo habían sido imaginaciones suyas. ¿O quizá se encontraría dentro de su habitación algo que lo confirmara? No es que no pudiese soportar la escena, pero sabía que Diana era muy comedida y vergonzosa. Eso podía causar su marcha del piso y era muy buena compañera. No quería perderla.
Vera estaba tan agobiada por esos pensamientos, que al final se giró a la derecha y prefirió entrar al salón. Estaba todo lleno de botellas de diferentes bebidas, vasos por todas partes, ceniceros, bolsas... Realmente no sabía muy bien dónde poner los pies y se había olvidado de ponerse calzado. Se dirigió al sofá, retiró un cenicero del reposabrazos y por suerte, no tuvo que buscar mucho hasta encontrar una cajetilla de tabaco a la que le quedaban un par de cigarros. Así que se puso a fumar, dejando caer la ceniza lentamente en el cenicero hasta que, un rato más tarde, vio como Mike salía de su cuarto a hurtadillas. Dos minutos más tarde, salió Diana, que se sobresaltó cuando la vio allí sentada.
- ¿Hace mucho que estás aquí?
- En realidad acabo de despertarme en el sofá - dijo Vera, sin saber muy bien por qué mentía.
Diana pareció en parte aliviada, aunque se veía que seguía nerviosa. Al rato Mike apareció fingiendo que acababa de despertarse y ambos se ofrecieron a limpiar toda la casa. Vera insistió en ayudar, pero no la dejaron. Acabó por limpiar el cenicero que había utilizado, para sentir que había puesto de su parte.

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