Scene 20: 1.- Café

Hyun-Shik entró en la cafetería cinco minutos antes de la hora acordada. Eligió una mesa del fondo y se sentó a mirar la carta.
<<¿Qué podemos pedir?>> pensó. Mientras decidía entre un capuchino y un chocolate caliente, notó que una mano se posaba sobre su hombro. Se giró y allí estaba ella. Haruko le miró con ojos tristes y se sentó frente a él.
- ¿Has esperado mucho? - le dijo con un hilo de voz.
- No, para nada… ¿ocurre algo? - Hyun-Shik estaba preocupado, nunca la había visto tan triste y su silencio no hacía más que empeorar las cosas.
- ¿Qué van a tomar? - la camarera interrumpió sus pensamientos.
- Yo un café con leche. - dijo ella sin pensárselo dos veces.
- Yo… prefiero un capuchino… -
Hyun-Shik sabía que las cosas iban mal. En el rato que llevaban allí ella ni siquiera le había mirado a la cara. Por su mente pasaron todo tipo de pensamientos: ¿Habría ocurrido algo en el trabajo? No, si fuera eso, enseguida se lo habría contado. ¿Habría discutido con su hermana? También se lo habría contado.
Entonces Hyun-Shik levantó la mirada de la taza humeante y la miró seriamente a los ojos.
- Cuéntame, Haruko, ¿qué ha ocurrido? ¿Ha pasado… ?- Hyun-Shik calló al ver las lágrimas recorrer las mejillas de su novia.
- Hyun… estoy embarazada. - nada más pronunciarlo, se echó a llorar desconsoladamente. Hyun se quedó helado. No sabía qué decir, pero no quería verla llorar.
- Tranquila… ya pensaremos en algo. Lo arreglaremos.
- No, Hyun. Esto no es de esas cosas que se pueden arreglar. - Mientras tomaba un sorbo de su café, se secó las lágrimas rápidamente. - En cuanto mi padre se entere nos va a matar. Él te odia!
- Podemos… podemos huir. - Hyun-Shik no sabía qué decir. Su cabeza iba tan deprisa pensando en cómo solucionar el problema, que decía lo primero que se le ocurría.
- ¿Huír? No hay dónde escondernos. Mi padre nos encontrará de todos modos. Lo he pensado y creo que lo mejor es abortar.
- ¿Qué?
- Yo no quiero tener un bebé ahora. Somos muy jóvenes! No sabemos nada sobre criar bebés.
- Pero… nos queremos, ¿no? Nadie nace sabiendo. Aprenderemos lo que haga falta, haremos turnos, trabajaré duro.
Haruko se quedó sin habla. Pensaba que en cuanto mencionara el embarazo, Hyun-Shik saldría corriendo. Empezó a imaginar que quizá podría funcionar. Si podían huir a Estados Unidos, podrían labrarse una vida juntos y criar a su pequeño sin nadie que lo impidiera.
Hyun-Shik no se reconocía a si mismo. Sabía que criar un bebé no era cosa fácil, pero por Haruko era capaz de todo y más. La amaba tanto que no quería ni pensar en la posibilidad de desperdiciar la ocasión de formar una familia con ella.
Después de unos minutos en silencio, Haruko acabó su café y dijo:
- Podríamos ir a Estados Unidos. Ambos dominamos el inglés… Quizá allí mi padre no nos encuentre. ¿Qué opinas? - Parecía que a Haruko le costaba hablar, como si en cualquier momento Hyun cambiara de parecer. - Podríamos comprar un pequeño piso en la ciudad… Trabajaríamos de cualquier cosa, pero estaríamos juntos.
- Claro que si. - Hyun se alegraba de que Haruko cambiara de opinión.
Ambos se miraron ilusionados y empezaron a imaginar juntos la vida que iban a tener con su pequeño.


***
Bueno, este relato es sobre Hyun-Shik. Mi futuro Cho de Migidoll. Si habéis leído su ficha entenderéis más o menos de qué trata... Me pareció una buena ocasión para desarrollar mejor su historia. No se cuándo llegará a casa (tal y como van las cosas tardará muuuuuuuucho), pero eso no quita que tenga a punto su personaje para cuando esté aquí ^^.