15 de agosto de 2010

Scene20: 20.- Pijama

-... Y entonces la profe nos dijo que para la semana que viene tenemos que ir al parque a buscar hojas. - Gally miró a su hermana mayor con los ojos brillantes.
- Vale, mañana nos despertamos temprano y salimos a recoger unas cuantas. - dijo Kayla acariciándole el pelo a su hermana.
- ¡Bieeeeen! ¿Se puede venir Erika?
- ¿Le has preguntado si le apetece?
- Aun no...
- Pues corre, acaba de cenar y ve a preguntarle. - Kayla se levantó de la mesa y empezó a recoger su plato y sus cubiertos. Mientras tanto, Gally pegó un último sorbo a su cacao y se levantó corriendo de la silla para ir a buscar a Erika.
La chica pelirroja estaba en su cuarto leyendo un libro, cuando escuchó a Gally corriendo por el pasillo en dirección a su cuarto. Rápidamente se escondió bajo la cama y la esperó aguantándose la risa.
- Erika quieres ve-... - al ver que Erika no estaba en su habitación, Gally enmudeció. Juraría que la había visto entrar pero no salir.
- ¿Habrá ido al baño? - pensó. Se giró para dirigirse al baño cuando de repente, Erika saltó de detrás de la cama y le pegó un susto de muerte a Gally.
- AAAAAAAHHHHHHHHH!!!!! - chilló Gally mientras Erika se moría de risa. - Eres malaaa! Pero qué susto me has dado!
- Jajajaja! No te enfades, pequeña, que era solo una broma! - Erika la abrazó e intentó aguantar la carcajada.
- Oye Erika, ¿te apetece venir mañana a recoger hojas con Kayla y conmigo al parque?
- Vale! ¿Pero tu no deberías estar ya durmiendo?
- Aun es temprano!
- De eso nada! Que ya son las diez! Venga, corre a ponerte el pijama, que si no, no habrá quién te levante mañana.
- Joooo! - Gally se cruzó de brazos enfadada. Ella quería quedarse despierta hasta tarde como el resto de las chicas.
- Va, no te enfuruñes que si te vas a dormir ya, te contaré una de mis historias.
Gally miró a Erika con brillo en los ojos. Le encantaban las historias de Erika. No sabía si eran de verdad o se las había inventado, pero todas estaban llenas de aventuras, personajes estrambóticos y épocas lejanas. Sin pensárselo dos veces, Gally corrió al salón, le dió las buenas noches a Kayla y se metió en su habitación.
- ¿Qué pijama me pongo? ¡El de las flores! - Gally cogió el pijama y se lo puso lo más rápido que pudo. Subió a su cama y se metió entre las sábanas.
- EEEEErikaaaa! Ya estoooy! - Mientras Gally esperaba a su amiga, empezó a preguntarse qué tipo de historia le contaría esta vez. Erika entró en el cuarto, se sentó a los pies de la cama y comenzó:
- Cuando aun no existían los coches, había un señor muy gordo en Viena que se llamaba Herr Muntz...

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